Imagem capa - ¡LA SUERTE ESTÁ ECHADA! por Javier Teves
Javi

¡LA SUERTE ESTÁ ECHADA!

¡Hola amigos!, ¡bienvenidos a mi blog personal!. Muchas gracias por llegarse por aquí para conocernos un poquito más y descubrir el por qué de mis fotografías.


¿Por dónde empezar este primer posteo?, ¡ah!, ¡creo que ya sé!, me voy a presentar nuevamente y les voy a contar como fue que conocí este mágico mundo: 


Mi nombre es Javier Teves, pero mis amigos me llaman Javi, soy Fotógrafo de Bodas, de la provincia de Tucumán, nacido en la ciudad de Concepción, el 15 de noviembre de 1989. Dedico el 100% de mi vida a esta profesión y a dictar diferentes tipos de Talleres de Fotografía. Pero, ¿Cómo empezó todo?, diría que de casualidad, fue cuando estudiaba mi carrera universitaria, y a diferencia de lo que muchos piensan, tengo que decirles que NO SOY FOTÓGRAFO UNIVERSITARIO. Soy LIC. EN DISEÑO GRÁFICO egresado de la  universidad UNSTA | TUCUMÁN, sin embargo a esta profesión la ejercí muy poco tiempo. 


Vamos a un poco más de una década para atrás en el tiempo, al año 2007. Cuando estaba terminando la escuela secundaria, me surgió la duda: ¿a qué me voy a dedicar en la vida?, una pregunta difícil de responder para un adolescente de 17 años, pero no me culpo, culpo al sistema educativo que nos rige, que sólo busca que obtengamos calificaciones sobresalientes en materias que ni siquiera nos gustan o tal vez nunca lleguemos a usar (¡ojo!, no estoy en contra de las escuelas, ni de que no haya que tener cultura general, ni mucho menos de desconocer nuestra historia, solo digo que se debería hacer más énfasis en las aptitudes que mostramos desde chicos, ya sea para el deporte, las ciencias, el arte, por mencionar algunas). Todos mis estudios secundarios los realicé en la Escuela Técnica Nº1 de mi ciudad, entonces era de esperarse que estudiara alguna carrera como ingeniería, arquitectura u otra relacionada con este ámbito, algo que nunca me ocurrió. 


Durante muchos años de mi adolescencia estuve atraído por la estética de los afiches de películas, diseños de discos, fotografía publicitaria, es decir por la imagen que intentaba comunicar algo. Investigando, descubrí que todo eso que yo buscaba se encontraba en la carrera de Diseño Gráfico y así fue que, en el año 2008, comencé a estudiar eso que tanta curiosidad despertaba en mí.


En el año 2010, tuve computación en donde conocí Photoshop y paralelamente la materia Fotografía, y no voy a mentirles, en su momento no me sedujo ya que mi profesor no transmitía ni un gramo de pasión por ella, pero aprendí las reglas básicas de composición, ahí comencé a jugar con mi pequeña cámara Sony ciber-shot de bolsillo, creando por mi cuenta, editando mis primeras fotografías y fue en esos meses que comenzó a nacer y crecer este amor.


Finalmente el 12 de diciembre de 2011 me gradué, comencé a trabajar como diseñador freelance y hacía pequeños proyectos fotográfico independientes solamente por diversión. Al año siguiente, mis padres me regalaron mi primera cámara reflex (ellos son grandes culpables de esto), una Nikon D5100 con un lente 50mm f1.8, muy divertido y útil para sesiones de modas por ejemplo. Meses después realicé mi primer taller de fotografía inicial en el Fotoclub Concepción, allí conocí al PROFE OMAR ARGAÑARAZ (así, con mayúsculas, cómo lo sigo llamando hasta el día de hoy, fanático del sudoku, lo juega todos los días mientras desayuna y utilizando lapicera), un hombre bajito de anteojos, de pelo y mostacho blanco, camisas, pantalones de vestir y cinturón acompañan su estética, una persona que con sus 88 años seguía enseñando y transmitiendo su pasión por la fotografía. 


Es ese taller, EL PROFE al enseñarnos algunas de sus fotografías, nos dijo una frase que me quedó marcada a fuego, que se convertiría en mi filosofía de vida y que actualmente sigo compartiendo en todos los talleres que dicto:



En ese momento algo sonó en mi interior y comprendí que era lo que quería para mis fotografías: ¡crear imágenes que despertaran emociones en el espectador!, sin importar si conocía o no al retratado, o si no había visitado determinado lugar. Este cambio interior me hizo preguntarme nuevamente: ¿a que me voy a dedicar en la vida?, ¿al diseño o a la fotografía?. La suerte estaba echada, seguramente ya saben de que lado cayó la moneda. 


Ahora, muchos me preguntarán ¿por qué la Fotografía de Bodas?. Bueno, creo que eso se los contaré más adelante :) . 


JAVI.-